La creación de empresas es un proceso, liderado por uno o varios socios, con espíritu
emprendedor,que comparten una visión y asumen, solidariamente, la responsabilidad
de llevarla a cabo. En este proceso intervienen criterios indispensables como:
tolerancia a lo incierto, habilidad creativa, asociatividad, automotivación, determinación,
predisposición al sacrificio, entre muchas otras, que deben ser puestas a prueba para que
la idea se desarrollo y se convierta en una empresa.